Se plantea que a partir de una
localización, buscada por mí, en este caso un establo y un gallinero que tiene
adosado, hacer una rehabilitación y transformarlo en una vivienda para una
familia con cuatro integrantes, los padres de mediana edad y dos hijos pequeños
de 11 y 13 años. La casa ha de cumplir el decreto 39/98, del 25 de junio, por
el que se aprueban las Normas de Diseño en edificios destinados a viviendas. Ha
de ser una casa que tenga relación con la zona y con el espacio para conseguir
una correcta armonía entre espacio y vivienda.
La vivienda se presenta desde el exterior
como una cuadra de dos plantas y un gallinero, en una zona de clima lluvioso,
la fachada es de piedra y la cubierta de pizarra de forma irregular, no deja
ver con claridad lo que podemos encontrarnos en el interior. En este
encontramos un diseño cercano al nórdico, en cual el espacio está compuesto por
texturas y materiales con tonos cálidos, como sería la madera, las telas de los
muebles y alfombras y la pintura blanca unida a las vigas y viguetas.
La
construcción anterior se mantiene prácticamente intacta, se revestirán los
muros para evitar que salga el calor del interior en invierno, a excepción de
la fachada oeste en la que se encuentran unas aperturas que crearan un juego de
luces totalmente cambiante cada día dependiendo del atardecer. Se cambiarán las
carpinterías excepto la puerta principal que se tratara el envejecimiento pero
se mantendrá y la cubierta y la planta superior se renovaran debido a que no
estaban construidas para la habitabilidad si no que tenía como función guardar
la paja.
Gracias
a los materiales, la iluminación, el color y el mobiliario, se trasforma en un
espacio acogedor en el que pasar un invierno lluvioso junto a la familia en un
salón que ocupa toda la parte inferior de lo que antes era la cuadra y también
cuenta con la mayor parte de ventanas de la casa dejando vistas al jardín. La
cocina es un espacio que se abre al exterior de forma continua, en el exterior
encontramos un espacio en el cual en verano la familia podrá disfrutar de una
comida en el exterior con fácil acceso a la cocina. La zona superior de la
vivienda será la más privada en la que encontramos las habitaciones de todos
los miembros de la familia. La habitación de padres tendrá vistas a la fachada
oeste de piedra y con los óculos de luz. La habitación de los niños será una
habitación doble pero con cierta privacidad. En estas los niños tendrán cada
uno su espacio y una litera en la que dormir. Otro elemento fundamental sería
la escalera que está compuesta únicamente por unas lamas de madera incrustadas
en la piedra, dando así sensación de simplicidad y limpieza y un cristal que
funciona como pasamanos.
0 comentarios:
Publicar un comentario